Estoy a punto de romper uno de los preceptos fundamentales dentro de la relación con mi amigo César (no usaré su apelativo regular por congruencia con lo que estoy por decir) Dicho precepto es que nunca hablaremos bien en público el uno del otro.
Y lo decidí romper porque en medio de todo el terrorífico escenario en que se ha convertido la sociedad en su modo politizado he encontrado una opinión (seguro la única) con la que concuerdo totalmente.
Una reflexión sensata (dicho sea de paso, muy bien escrita) de parte del también talentoso (y hospitalario) bajista de esa gran banda, Marbo
Sin más, denle por acá y opinen...
