Recientes estudios elaborados por el autor de este post demuestran de manera contundente que, indudablemente, la categoría de las fiestas a las que lo invitan a uno, resultan un factor para determinar la edad de las personas.
Es decir, hay fiestas a las que sólo te invitan en determinadas etapas de tu vida, caso particular, las fiestas para niños, a las cuales se es requerido sólo en 2 momentos, una, cuando somos niños, y la segunda, cuando somos lo suficientemente adultos para pertenecer a una generación de la que sus integrantes preponderantemente son padres.
Y yo, ya estoy en la segunda… chale !!
Lo único rescatable del caso, es que me siguen dando bolsitas con dulces.
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