Preconcepciones

En alguna ocasión ya había hablado de cómo el mundo se construye sobre un montón de preconcepciones. En el entorno musical, existe una de las más anquilosadas preconcepciones, la cual gira en torno a los bajistas.

Usualmente se cree que el bajista de cualquier banda es “el aburrido de la fiesta”. En cierto grado, existe razón en dicha afirmación, ya que, muchos de ellos son entes sin brillo que, si bien, cumplen eficientemente su labor; la cual, dicho sea de paso, es fundamental; no son necesariamente los ejecutantes que se llevan la atención del escucha, tanto en vivo, como en grabaciones.

Sin embargo, siempre existen excepciones a la regla. Casos como Flea (Red Hot Chili Peppers) o Les Claypool son casos dignos de analizarse.

Asimismo, encontramos a un asiduo habitante de este blog, Alonso Arreola, quien ha colaborado en proyectos como La Barranca, algunas presentaciones de Martin Medesky, además, autor intelectual y material del proyecto LaBA, del que ya se ha hablado anteriormente.

El se define a sí mismo como un ajedrecista mental, lo cual es notorio en su presencia escénica. Sobra decir que domina su instrumento, así como los elementos tecnológicos que giran alrededor de éste. Si tuviera que definirlo, se trata quizás de uno de los ejecutantes que más energía representa en el escenario, siempre con una mirada profunda, como de cazador acechando a su presa, con el arte corriendo en su torrente sanguíneo.

Aquí, un par de ejemplos: