miércoles, noviembre 25, 2009

Al fin sucede...

Eran alrededor de las 20.40 horas cuando las luces del Auditorio Nacional se apagaron por un momento. Un breve silencio anunció la llegada de aquel que por tanto tiempo esperé. Enfundado en un traje negro, con la Gretsch negra al hombro, acompañado de 4 hombres y una mujer igualmente ataviados. Luego de una breve atmósfera se dejaron oír los primeros acordes de Fuerza Natural, desatando precisamente eso, fuerza, intensidad y luz.
 
Durante cerca de 2 horas y media el set list transcurrió del mismo modo que ha venido ocurriendo en los shows previos, con una pequeña adición al final, Jugo de Luna como cierre a una noche que, por un lado hizo honor a la nueva producción del 3 veces heroico maestro y por otro, recorrió suave y delicadamente la obra de éste, particularmente la solista.Todo esto, adornado por un fantástico diseño de escenario (cortesía de Martin Phillips) donde luces y pantallas permitían crear momentos cada vez más emotivos, confluyendo con temas tales como Desastre, Cactus o Sal que son, a mi parecer, de las mejores piezas del nuevo disco.
 
Después de una ligera pausa vinieron los (mis) momentos de piel chinita. Gustavo apareció solo por un momento, guitarra acústica en mano y señaló que la canción a interpretar tenía un por qué. Se trataba de Zona de Promesas (única canción de Soda que ejecutó en la noche) la cual iba dedicada, en esta ocasión, a honrar a la recientemente fallecida Mercedes Sosa. Personalmente me apropié un poco de la pieza y decidí dedicarla a aquellos que hoy no están más conmigo.
 
Al tiempo, se le unieron el resto de músicos - Richard Coleman (Guitarras y slide), Gonzalo Córdoba (Guitarras y slide), Leandro Fresco (Teclados, programación, percusiones), Fernando Nale (Bajo y guitarras), Fernando Samalea (Batería) y Anita Álvarez de Toledo (Voces) - para ejecutar canciones entrañables, como Pulsar y Te llevo para que me lleves.
 
Sobra decir cuan emocionado me dejó, sobra decir cuánto lo disfruté... Una noche más... Recordé por qué es y será el Maestro...
 
Si esperamos juntos
mareas altas bajaran
y cuando seamos uno
talvez nos vengan a buscar
por los juegos de Neptuno
el viento se enredo en el mar
Sal - Gustavo Cerati

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