lunes, julio 31, 2006

Ahí muere…

Ahora si, ya estoy hasta la madre, después de meses (quizás hasta años) con la dulce esperanza que después del 2 de Julio todo iba a acabar y que los mortales comunes íbamos a poder tener algo de tranquilidad, lejos del pleito de vecindad que presenciamos bajo el apodo de “Campañas Políticas”, me apena descubrir que no sólo no es así, sino que cada vez está peor.

Por un lado, tenemos a uno que se creyó lo de “Presidente electo” que le dijo la novia de Chucky y no tiene la suficiente templanza para aguantar los tiempos de las Instituciones, quienes, en el deber ser, son las únicas facultadas para determinar a un ganador.

Por otro lado, tenemos a una banda de individuos comandados por nuestro mártir favorito, que con la mano en la cintura deciden quitarnos el derecho inalienable (según la Constitución) de libre tránsito, mismos que se la pasando filosofando sobre la teoría de la conspiración que, en su caso, enuncia que todo es un complot, hasta si me pongo jeans y una camisa blanca.

De lo que vemos, leemos y oímos en los medios de comunicación ya ni hablar, la neta que por eso prefiero oír discos o jugar al fut en mi celular.

De por sí ya somos rehenes de otros pinchemil automovilistas, microbuseros, ambulantes y demás entes que convierten cualquier trayecto en una expedición de más de una hora, y ahora también tenemos que respetar a todos los que decidieron Tepetonguear en los carriles centrales de la Avenida que se les antoje.

No hay que ser un genio con maestría en Ciencias Políticas para descubrir que aún nos falta mucha madurez política, pero, por favor, se supone que todos los candidatos, partidos políticos, coaliciones, contubernios y demás están en pro de la ciudadanía, o al menos eso se la pasaron diciendo en sus campañas, entonces, eso es lo mínimo que exigiría, el respeto a mis derechos ciudadanos.

Respeto a mi deseo de votar por quien se me antoje, de ir a donde quiera con las mínimas condiciones de seguridad y movilidad y respeto a mi inteligencia, ni uno me diga que el es el mero mero porque se le ocurrió, ni el otro porque así salió, o le dijeron sus secuaces … NI MADRES, respetemos a las instituciones y a los ciudadanos (las primeras compuestas por y para los segundos) y que sean éstas bajo el marco de la legalidad las que determinen el curso de las cosas.
Y de veras… ahí muere, háganlo por la banda….

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