lunes, agosto 30, 2010

Nadie puede salir de la Barranca...

Alrededor de las 8.30 horas y después de uno de esos días atípicos que suelen rodearme, llegamos a esa cita pendiente con los sonidos, con la magia y la fuerza que se esconden en la densidad... En esta ocasión el concierto de La Barranca me llegó de una manera por demás inesperada, lejos de la ansiedad que suele acompañarle en los días previos. No es que no lo esperara, es sólo que esta vorágine alrededor fue consumiendo el tiempo casi sin darme cuenta...
 
No obstante, fue momento de que las luces se fueran por un momento, para permitir que sonará la primera de muchas piezas que nos regalaron esa noche... Los primeros acordes de El fluir permitieron ver que esa noche José Manuel Aguilera (Guitarra y voz), Federico Fong (Bajo), Adolfo Romero (Guitarra) y Navi Naas (Batería) estaban dispuestos a todo. Más de 30 canciones que pretendieron recorrer la obra completa de la banda fueron sonando una a una, desde El síndrome del primer disco hasta La Lengua del Alma del más reciente, cada una aderezada con la maestría en la ejecución de cada uno de los músicos que al tiempo se fueron uniendo a la fiesta. Gente de la talla de Alfonso André (Batería), Steven Brown (Metales), Cecilia Toussaint (Voz) y el Trío de Cuerdas de Mónica del Águila hicieron que las piezas nuevas y antiguas tomaran una forma única tras cada nota.
 
El viaje a través de la Barranca incluyó lo mismo momentos energéticos como Día Negro y La Lengua del Alma que otros más bien introspectivos, tales como Hasta el Fin del Mundo y una grata versión unplugged de Chan Chan. Recorrido que por cerca de 3 horas me permitió saber de nueva cuenta qué hacía ahí y por qué quiero continuar alrededor... Bienvenidos de vuelta LB... Una vez más estaré ahí... Por más, seguiré ahí...

1 comentario:

Anónimo dijo...

cuantas veces los has visto?

yo ninguna... pero con tus recomendaciones a la primera oportunidad me lanzo