miércoles, mayo 23, 2012

Ojala fuera tu voz...

Rita Guerrero
(1964-2011)
 
La primera vez que estuve en su presencia fue un momento afortunado, en aquel viejo Rockotitlán donde las distancias eran muy cortas y la cercanía permitía mirar a los ojos a aquellos que, hasta antes de ese día, sólo había podido escuchar. Enigmática, teatral y con una voz que le pondría la piel chinita a cualquiera.
 
Esa es Rita, me dijo la acompañante de ocasión (dicho sea de paso, mi gurú en ese rito iniciático) y yo, un fanático de las guitarras y sus periféricos cacharros, dejé de prestar atención a estos por un momento para admirar la fuerza contenida en esa menuda anatomía.
 
Al paso del tiempo la acompañante-gurú desapareció del mapa en los brazos de aquel apuesto pedazo de basura; su compañero de banca, pero Rita y sus acompañantes se quedaron. Vaya, no sólo se quedaron, sino que crecieron en mi al grado de tenerme hoy, a tantos años de distancia hablando aquí sobre ellos. Esa banda, Santa Sabina ha sido sin duda una de mis favoritas y en mi música, la más personal, tienen un sitio indispensable. Pero hoy no hablamos de ellos... no de todos ellos...
 
Hace más de un año Rita se fue, luego de un doloroso proceso (partida que a mi mismo me sorprendió mientras libraba mis propias batallas) y recién hará unos días habría sido su cumpleaños. Por eso, desde aquí, cerraré los ojos un momento y recordaré aquel día en Rocko, o algún otro de los muchos en que estuve ahí, asombrado, casi al grado del embelesamiento.
 
Desde aquí, también, me gustaría compartir la carta que en su día publicó la escritora Adriana Díaz Enciso en su honor
 
Y desde aquí, esto...
 
Ojala fuera tu voz
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Tu silencio en mi cabeza

como pesa tu ausencia

estruendo en mi cabeza

ojala estuvieras aquí

 

Larga noche

respira el fantasma al pie de la cama

quisiera no oírlo

ojala fuera tu voz

 

Tu silencio...

 

Cómo cambiar el rumbo

de las palabras

la flor se transforma

persigue tu olor

 

Cómo cambiar el curso

de mis manos

la flor se transforma

ya es parte de mí

 

Bebo tu tiempo

tu voz, tu piel, tu fuego

no te encuentro

 

Bebes mi risa

mi voz, mi piel, mi miedo

bebes toda mi vida

 

Tu silencio...

 

Larga noche...

 

Bebo tu tiempo

tu voz, tu piel, tu fuego

no te encuentro

 

Bebes mi risa

mi voz, mi piel, mi miedo

bebes toda mi vida

 

Bebo tu tiempo

tu voz, tu piel, tu fuego

no me encuentro

 

Bebes mi sueño

mi paz, mi fe, mi anhelo

bebo toda tu vida

 

Como cambiar.

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