Con esto de la Ley Antitabaco, los adictotes como yo nos tenemos que procurar espacios y tiempos para calmar las voces en nuestra mente, al menos con un par de bocanadas de reconfortante y tóxico humo.
Esto supone nuevas maneras de convivencia con las personas que comparten nuestro gusto por las sustancias contenidas en un cigarrillo.
Asimismo, supone, en mi caso, tener que aguantar eventos que feliz me podría ahorrar. Por ejemplo, conversaciones como esta:
Fumadora 1.- Que bueno que ya no se puede fumar en ningún lado, verdad ??
Yo.- Silencio mientras pongo cara de "Are you talking to me?"
Fumadora 1.- Si, yo lo agradezco
Yo.- Te cae ??
Fumadora 1.- Si, por ejemplo, yo antes de un vuelo a Europa, me dopaba cañón para aguantar
Yo.- Órale (mientras tanto, mi charla interna dice "Claro, porque aparte uno vuela a Europa cada fin de semana, no ?? Además, no mamarrrr, hace siglos que no se podía fumar en el Aeropuerto, imbécil !!")
Fumadora 1.- Y también en los malls gringos, me la puedo pasar todo el día de compras sin salir a fumar.
Yo.- Si, verdad ?? (mi perversa mente otra vez procesando "Puts, si en primera, se ve que tu ropita la compras en Pericoapa, además, me caga ir de compras, además, me caga esta conversación, además, a quien quieres impresionar con esta plática, de menos la Chica Polanco me refería a lugares en la citada demarcación")
Lo anterior, me lleva a apurar la última bocanada del cigarrillo y apagarlo de prisa, y a mitigar mis ganas de fumar.
A personas como esa, les tendrían que poner áreas de fumar como esta:
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1 comentario:
Jijiji... yo no fumo, pero sí he visto como se acumula la gente en las afueras de cafes, restaurantes y antros para llenarse de humo los pulmones... y ya ves, q mal plan... la muchachona queriéndote hacer leve el momento y tú de amargadito!!!! jijiji... Abachos libres de humo!!! Ayos! :)
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