Habían pasado varios años desde la última vez que nos encontramos. En aquella ocasión, me quedó claro por qué tenían que gustarme como me gustan ahora.
Hoy, son un pilar en mi vida, desde diferentes aspectos.
El pasado viernes 30 de mayo, nos reunimos en el Teatro Metropolitan a volver a tener esa comunión que se reforzaba con cada nota que ejecutaban.
Se les notaba nerviosos, un poco fríos, pero, conforme la noche siguió, crecieron en el escenario como lo hacían antes.
Me refiero a La Barranca, quienes presentaron su nuevo material, haciéndole los honores a éste, pero de igual manera, con un muy completo recorrido por su discografía.
La noche inició así:
Incluyó algo como esto:
Y cerró, de manera brutal, con esto.
Mención especial merece el grupo abridor, Monocordio, quienes tuvieron una interesante actuación.
Bienvenidos de regreso, recuerden que, nadie puede salir de la Barranca.
lunes, junio 02, 2008
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1 comentario:
Sí!!! estuvo chido el toquín.
Saludos.
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